Edgar Bravo

La importancia personal

La importancia personal es uno de los temas con los que lidiamos en la vida, ¿de dónde proviene esta importancia?, y ¿por qué tendemos a ponerla constantemente en lo que hacemos más que en lo que somos?

Esas son algunas de las preguntas que quiero tocar en este post, ya que constantemente solía poner mi importancia personal, de forma inconsciente o consciente en cualquier actividad, trabajo artístico, persona o situación en mi vida, solo para terminar defraudado y sintiendo que mi valor se devaluaba frente a mis ojos en cada interacción.

Desde niños nos han enseñado que lo que hacemos va directamente relacionado con lo que valemos, si nos portamos mal, somos malos niños, si nos portamos bien, entonces somos buenos, si obedecemos e ignoramos nuestra naturaleza, entonces encajamos en la idea que las personas se han creado de nosotros y nos premian con tonterías o de lo contrario nos castigan con el látigo de su desprecio.

Esto se ha repetido desde hace miles de años, una sociedad bien mensa, dejada y adoctrinada es lo que siempre se ha necesitado para poder mantener la esclavitud de las masas intacta, sin importar si se llaman esclavos o más modernamente empleados, por muchos años la humanidad ha estado participando de forma involuntaria, pero forzada en una especie de juegos del hambre de la vida real, donde si no pagas para vivir, entonces serás exiliado, no a otro país o planeta, sino a una especie inferior que carece de todas las cosas necesarias para su vida, casa, comida, sustento y prestaciones sociales de cualquier tipo.

Estos sistemas y el adoctrinamiento prolongado de nuestra especie nos ha inducido conceptos que hemos normalizado, como que tienes que trabajar duro, que hay que echarle ganas a la vida, que es normal ser la única especie del planeta que tiene que pagar para vivir, que estamos separados y que nuestro valor personal depende de los demás y de nuestra relación con el mundo, de lo que hacemos, de lo que somos o pretendemos ser y de lo que tenemos o dejamos de tener.

Pero en realidad, esto no es así, tu valor personal proviene de tu interior y es innato, ilimitado, nadie puede medirlo, quitarlo ni someterlo de ningún modo, tienes la ilusión de que pueden porque tú lo has permitido así, porque se te hace algo normal, porque así aprendimos todos, no es culpa de tus papás, de tus maestros, de tus figuras de autoridad, los medios y cualquier figura que quieras agarrar de pretexto, todos han creído que hacían lo correcto y que siempre ha sido así.

La libertad y la importancia personal son responsabilidad de cada uno, recuperarlas y reaprender depende de ti y de nadie más, no hay un salvador que baje de ningún lado, la vida, Dios y el universo están para apoyarte, pero no para hacer las cosas por ti, tú eres el único que tiene la capacidad de responder, que es justo esa responsabilidad de la que hablo, por tu vida, por tu felicidad y por tu experiencia humana completa, cuando lo haces, la vida misma, el universo, Dios, tus guías o lo que elijas, responden de igual manera cambiando el reflejo que tienes de la historia que te estás contando acerca de ti mismo.

Lo que a mí me ha funcionado para poner mi propia importancia personal en su sitio es colocar algunos recordatorios en notas y en el celular, donde cada vez que estoy creando algo y le estoy dando demasiada importancia personal o poniendo mi ego en ella, las veo y suelto esa necesidad, me recuerdo que simplemente son porque quiero crearlas, porque la idea, la imaginación y el concepto llegaron a mí y quiero materializarlas en el mundo, hacerlas realidad y compartirlas con todos, pero que se trata de la obra o la creación en sí misma y nada tiene que ver conmigo o mi valor.

También es importante recordar que lo que sea que traes al mundo, ya sea arte, ya sea un producto, un servicio o una simple opinión, no tiene por qué gustarle a todos, de hecho entre más honesta, diferente y profunda sea, es más probable que le guste a menos personas y eso es una bendición, no lo haces para ellos, es para ti, lo haces porque crear y expresarte es parte de tu naturaleza, si al 99% de la humanidad, o es más al 99.9% de la humanidad no le gusta tu trabajo, siempre hay  ese .1% que equivale a ocho millones de personas, creo que eso es más que lo que puedas necesitar en cualquier momento de tu vida, así que enfócate en lo que te gusta a ti, en lo que expresa tu ser y no pongas tu valor personal en ello.

La importancia personal proviene de ti, de tu centro, de la idea de que eres un ser mucho más grandioso de lo que crees ser, un ser espiritual viviendo una experiencia humana y que tu consciencia es mucho más que la simple perspectiva limitada por los sentidos que tenemos en esta experiencia.

Nada de lo que hagas o dejes de hacer en la vida puede socavar tu importancia personal, todo es ganancia, recuerda que venimos al mundo sin nada, sin ropa, sin dientes, sin pelo, sin idea de donde estamos o que hacemos aquí y aunque en realidad esa última prevalece, todo lo que hagas como ser humano suma y es ganancia, nada ni nadie tienen el poder de decidir tu valor o modificarlo de ninguna forma.

¿Si no juzgas a Dios por la belleza o la perfección de un árbol, porque habrías de hacerlo contigo y cualquiera de tus creaciones?

Esperando que esta pequeña reflexión sume a tu vida y tu perspectiva acerca de tu importancia personal, me despido y te agradezco el pasar a leerme.

Con amor

-EB

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